Desconexión a 50 kilómetros de Santiago, por Yosselin Aramundiz
Atrapados en el caos de la rutina de la gran ciudad emerge en nuestro interior la necesidad humana de encontrar un respiro; de encontrar paz y desconectarnos del ruido y el estrés que significan la rutina laboral, la escuela, universidad y todo aquello que nos demanda una obligación. Pero ¿sabias que dentro de la RM puedes encontrar actividades y lugares que te entregan este suspiro, y totalmente gratuitos?
Quizás la mayoría de los puentealtinos conocemos El Manzano, pero hoy te invitaré a un viaje de gusto personal y de datos que quizás podrían resultarte interesantes si aun no conoces este lugar.
Conocí el Manzano a los 12 años, y cada vez que regreso allí, hoy con mas de treinta años, vuelvo a ser la misma niña de entonces. No puedo pasar un verano sin ir a acampar al Manzano. Si no lo hiciera, seria como perder un pedazo de mi corazón. Y por si te lo preguntas, tampoco es necesario solo escapar de Santiago en etapa estival. Con frio o calor, con lluvia, nieve o el día soleado mas hermoso, su naturaleza y paisaje son cautivantes y perfectos.
El día comienza con la aventura de tomar la metrobus M72, que pasa justo en frente de Metro Las Mercedes, y que por solo 1200 pesos te deja en el puente El Manzano. El viaje dura aproximadamente 30-40 minutos, dependiendo de la osadía del chofer, y en el trayecto se pueden observar hermosos paisajes, vendedores y restaurantes locales para todos los gustos, así como atracciones y camping de pago mas sofisticados.
Una vez en el puente, ya puedes respirar la frescura del aire, y esa exquisita mezcla entre hiervas, eucaliptus, humedad y fogones de los locales aledaños que venden empanadas, tanto así como de las fogatas de los campistas o visitantes que van por el día de picnic y a disfrutar el ahora limpio y cristalino rio. Hacia la cordillera ves la majestuosidad de las montañas y cerros decorados con flora local, y detrás, aun puedes ver los restos el viejo puente ferroviario que conectaba Puente Alto y El Volcán y que estuvo operativo hasta 1985.
Picnic por el día: Prepara tu comida, puedes llevarla lista o la puedes cocinar allá. Hazte de una manta si quieres tirarte en el suelo. Si te gusta la comodidad, también puedes llevarte una silla plegable. En mi caso: Comida en el bolso llegar y servir. Una toalla, chanclas, traje de baño y el resto se cuenta solo. Te olvidadas de ser un adulto de las preocupaciones. Vuelves a ser niño y juegas en el rio, chapoteas y te dejas abrazar por la frescura del viento cordillerano. Si vas en verano, también puedes entretenerte sacando moras. Te pinchas los dedos, puedes hasta sangrar, pero la experiencia de cosechar las moras que luego te puedes comer o preparar tu propia mermelada es impagable. Es mi tradición, y puedes también hacerla tuya.
Camping: Si bien hay zonas de camping pagadas, con las comodidades que puedan adaptarse a tus gustos, yo te recomiendo un día de camping “a lo salvaje”, sobre todo si vas en familia. Serán recuerdos que tus hijos jamás olvidaran. Lleva una carpa, sacos de dormir, y si puedes o tienes, cochón inflable. Hazte de una buena comida. Considera la once, obviamente, y el desayuno de día siguiente, y no puedes no llevar malvaviscos. Comienza armando la carpa junto a tu familia. Organiza y distribuye tareas para hacer mas dinámico el paseo. Recorre senderos en busca de leña y prepara tu reserva. La noche suele ser fría. Recolectar leña suele ser agotador, pero una vez lo hagas, refréscate en el rio y sus aguas masajearan tu cuerpo y te propiciaran un descanso. Duerme si lo necesitas. Cierra tus ojos y déjate cautivar por el sueño mientras las aves cantan y los arboles se mecen al compas del viento. Luego del atardecer la noche se vuelve mágica. Haz una fogata y come malvavisco. Prepara un té caliente, ponte cómodo: un cielo estrellado te dejara boquiabierto. Este momento de la noche puede servirte para dos cosas: 1- descansar en la calma y plenitud de la naturaleza, descargando toda la fatiga y estrés de la ciudad; 2- Úsalo con tu familia para contar historias, chistes, jugar cartas, etc. Crea momentos inolvidables y que en el futuro puedas atesorar.
Zona ufológica y cielo limpio de contaminación lumínica: Si eres amante de la ufología o un romántico del cielo estrellado, este es tu panorama. Consigue una carpa, ropa abrigadora y reúne leña. Desde noviembre a marzo hay mejores condiciones climaticas, asi que podras ver el brazo de la vía láctea en todo su esplendor. Es habitual en los lugareños contar historias de avistamientos. Luces con movimientos erráticos podrían dejarse ver en tu visita. También suelen escucharse zumbidos, como panal de abejas. El Cajón del Maipo ha sido cuna de avistamientos de objetos voladores no identificados, e incluso en la zona, en el Monumento Natural El Morado, se cuenta que un hombre fue abducido por seres humanoides. Verdad o no, si éste es el tema que te apasiona, no puedes perderte una noche en El Manzano.
Bosque de las Brujas: ¿Te gusta la adrenalina y el miedo? Te desafío a ir al bosque de las brujas en luna llena. En este lugar, rodeado de peumos, solían reunirse las brujas a realizar aquelarres. Es un sendero místico, pero con una fuerte carga energética. La primera vez que lo conocí acampamos cerca de allí. El lo alto de un árbol vimos una cabeza de una muñeca decapitada, y nos preguntamos cómo fue posible que llegara a la punta de ese árbol. Dicen que por las noches puedes ver duendes y criaturas extrañas, y que dentro de la oscuridad se escuchan susurros y sueles sentirte vigilado.
Retiros espirituales y conexión con la naturaleza: De día o de noche, El Manzano es un rápido refugio natural si lo que buscas es desconexión y descargar tu ajetreada vida. Busca un lugar cómodo. Lo puedes hallar cerca del puente o al interior del rio. Te recomiendo alejarte del puente para evitar ruidos de vehículos. Cuando encuentres tu lugar, quítate los zapatos y enraízate a la tierra. Respira profunda y conecta con la quietud del lugar. Déjate llevar por los sentidos… Siente el agua en tus pies, el viento soplar, los arboles danzar. Observa las imponentes montañas, y si tienes la oportunidad de ver el cielo estrellado, conecta con ese magno universo que nos une a todo y a todos.
El Manzano puede ser la cuna de una tarde de entretención en verano, un lugar místico para vivir algo paranormal y hasta un espacio de conexión con tu ser interior y la naturaleza. ¿qué escoges tú?
Como diario que conecta la comunidad local nos gustaría nos contaras sobre una de tus experiencias en el Manzano o algún otro lugar del Cajón del Maipo. Puede ser una historia de miedo, algo paranormal, algún avistamiento ovni, o incluso ese momento mágico que atesoras y que creaste allí. Escríbenos a comunidad.radiopuentealtonline@gmail.com
Excelente nota para un lugar maravilloso, mágico. Felicitaciones.